Día 120: David lamenta a Saúl y Jonatán
INTRODUCCIÓN
Llegamos al final del libro de Samuel. Vimos en el capítulo 30, cómo el uso del Efod era importante para el sumo sacerdote y simbolizaba la oración.
El Efod era una de las vestimentas del sumo sacerdote. David le pidió al sumo sacerdote el Efod y se acercó a Dios en oración—el sumo sacerdote era como su pastor.
David siempre busca al Señor y este lo fortalece para poder perseguir a su enemigo.
De los 400 hombres de batalla con los que David salió, 200 se quedaron, pero a todos les tocó parte del botín.
En el último capítulo vimos que hay otra batalla en la que Saúl sale con su ejército contra los filisteos; muere él, muere su hijo, muere su escudero, triunfan los filisteos y le toca a David ir a su propio pueblo a rescatar sus cuerpos para poderlos sepultar.
Los israelitas tienen que enfrentar una derrota contra los filisteos, podemos decir que gracias a Dios David no tuvo que participar en esa batalla, pues los príncipes filisteos se opusieron a que él fuera. Así que, vemos una vez más la providencia de Dios, cómo va a intervenir para que David no se implique en esta batalla.
Los príncipes filisteos no confiaban en David, no quisieron que peleara con ellos y le tocó regresar a su aldea y encuentra que esa aldea ha sido quemada y saqueada; pero vimos que también él tuvo victoria.
Hoy vimos que Saúl estaba moribundo y creyó que el enemigo vendría y se burlaría de él, y tomó la decisión de acabar con su vida. Saúl tomó su propia espada y se echó sobre ella. Saúl, sin lugar a dudas, era un hombre orgulloso y egoísta y quiso que ese fuera su final. Pidamos hoy por todas las personas que han pasado por este mismo momento difícil de tomar sus vidas.
De aquí en adelante, vamos a tratar de seguir la vida de David. En este primer libro de Samuel, termina la vida de Saúl, ha terminado su historia; pero en el segundo libro de Samuel encontraremos algunos hechos más registrados con esta muerte y bueno, lo importante es que el reinado de Saúl ha terminado, va a empezar un nuevo reinado y Dios va a prometer un reinado para siempre. Vamos a ver qué nos espera de aquí en adelante.
Hoy estaremos leyendo el Segundo Libro de Samuel, el capítulo primero. Empezamos con el Primer Libro de Crónicas, capítulo 1; y tendremos el Salmo 13. Este es el día 120.
PUNTOS CLAVES
Estamos reflexionando en el trágico final de la historia de Saúl, quién arrasa a todo un pueblo. Y nos toca recordar que, los líderes muchas veces acaban con sus propios pueblos. Consideremos seriamente lo que es la palabra Dios, lo que Dios quiere que tú y yo hagamos, porque cuando no, nos vemos a veces metidos en un caos, en un montón de problemas de destrucción, de tragedias, que no son causadas por Dios, sino que es causada por nuestra propia maldad, porque se nos olvida que Dios es un Dios misericordioso y que no podemos estar lejos de Él, porque empezamos a perder toda relación con un Dios que es justo, que es fiel.
Ojalá digamos: «¿Qué mejor que creer en Dios, qué mejor que estar con Él?».
Hemos comenzado este segundo libro de Samuel, donde hay varios puntos que vamos a estar descubriendo. Uno, el pacto que Dios va a hacer con David. También vamos a ver el gran pecado de David con Betsabé y, en tercer lugar, leeremos sobre el hijo rebelde de David.
De acuerdo a la narración en el primer capítulo de Segunda de Samuel, parece que Saúl murió de otra manera y que el hombre que le ha quitado la vida, entrega la diadema y entrega el brazalete de Saúl. David, no puede soportar ver esto, que un hombre se haya atrevido a quitarle la vida al ungido, y está muy apenado por Jonatán, quien era su mejor amigo. Sus palabras nos demuestran cuánto lo amaba. Dice que lo amaba más que a cualquiera de sus mujeres. Qué interesante ver cuánto amor tenía él por su amigo, por el hombre que le había salvado la vida una y otra vez, por el hombre que le había incluso jurado fidelidad, cuando él se convirtiera en el rey de Israel.
También empezamos el libro de Crónicas, donde vamos a ver todas las de sentencias, genealogías, nombres. Todos estos nombres constituyen una historia, la historia de cómo se va dando la formación de este pueblo, cómo vamos llegando hasta el día de hoy. Y tenemos tantos nombres y personas, buenas, malas e interesantes, pero todos importantes para la historia de la salvación. Muchas personas buenas o malas son parte de nuestra historia y simplemente no las podemos sacar de allí, porque nos han ayudado a ser las personas que somos hoy.
A veces preguntamos pero ¿por qué hay tanta gente mala en la Biblia? Bueno, porque esa es la vida real, hay gente buena y hay gente mala. Cada uno de ellos aporta algo a nuestras vidas, pero tal vez nosotros deberíamos preguntarnos ¿qué estamos aportando a la vida de los demás? ¿Estamos siendo considerados, personas buenas o personas malas? Porque a veces solo miramos a los demás, pero no nos miramos a nosotros mismos.
Pidamos hoy por todos nuestros líderes, por todos aquellos que están encargados de los pueblos.
David desde que ha sido ungido, ha estado en problema tras problema. Parece que la vida no es fácil, ni siquiera para los que son escogidos por Dios. Hoy siéntete escogido y, si tienes problemas en tu vida, no creas que eres el único. Tal vez pensarás que porque estoy haciendo este podcast yo no tengo problemas, pero todos tenemos problemas, cada uno en la medida de sus circunstancias tiene problemas, sólo que tenemos que ponerlos en manos del Señor, decirle Señor: «Tal vez confiamos en nuestros amigos, en nuestro gobernantes y nos traicionan. Tal vez queremos dar las batallas sin haber consultado contigo y por eso perdemos. Pero hoy, queremos dar la batalla contigo, porque queremos tener victoria en tu nombre, queremos hacer las cosas como tus ungidos porque en el bautismo, has tocado nuestras vidas y nos has ungido como tu pueblo real. Así que, Señor que tal vez nuestro nombre quedé escrito en la vida de muchos a los que vamos a tocar y los toquemos de manera positiva, que nos ayudemos a crecer, que los ayudemos a ser mejores personas; Ayúdanos Señor a ser justos como un lo era David. Y si en algún momento fallamos Señor, que sea tu palabra, que sean nuestros hermanos los que nos ayuden a rectificar nuestro camino. Y todo esto lo pedimos porque hemos descubierto que Dios es grande, que es amoroso, que es misericordioso, que no busca el mal de nadie.»
Hoy, David manda ejecutar a un joven por el crimen que ha cometido. El dolor de David es debido a la muerte de Saúl y Jonatán, y él lo expresa de forma conmovedora y poética, nos los coloca ahí en los últimos versos de este primer capítulo del libro Segundo de Samuel que hemos leído.
Estos son tiempos difíciles para Israel, han sufrido una derrota en la guerra, porque están fuera de la voluntad de Dios. Una gran lección para nosotros. Ojalá que podamos volver nuestro corazón hacia Dios.
Saúl y ha muerto ¿qué pasará de aquí en adelante? Lo vamos a descubrir en los próximos capítulos, así que preparémonos para seguir con esta historia que cada día es mucho más interesante descubrir la historia de Dios y cómo esta historia es la tuya y la mía.
ORACIÓN FINAL
Pero antes de despedirme, como siempre por favor oren por mí, para que pueda ser fiel a esta tarea que se me ha confiado para que pueda vivir con fe lo que leo y lo que comparto con ustedes, para que pueda enseñar la verdad y para que pueda cumplir lo que he enseñado. Y que la bendición de Dios todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre. ¡Que Dios los bendiga!
COMENTARIOS ADICIONALES
Salmo 13
"Súplica con sentimiento de urgencia, expresada en la repetición anafórica "hasta cuándo". Es la conciencia de la muerte (4) lo que imprime a la vida humana el sentimiento de prisa: Dios tiene tiempo porque es eterno, el hombre no lo tiene porque es mortal. Los tiempos de Dios y del hombre no coinciden. El hombre puede encomendar la solución a la historia que le sobrevive y continúa; pero, si la muerte es el último sueño, ¿de qué le vale? El orante no se abre a una reflexión comunitaria. Paralelo de muerte es el "fracaso", pérdida de la provisoria consistencia que es vivir. Más allá de su muerte sonará el grito de victoria de sus enemigos, que escucha mentalmente. ¿Puede el hombre orando apresurar los tiempos de Dios? (cfr. Eclo 36,10). Descubriendo su rostro Dios "da luz a los ojos", y la luz es vida. Al final se impone la esperanza en la salvación por obra de Dios." [L. Alonso Schökel]
Salmo 13, 2-3
La pregunta, característica en este género de oración, se repite cuatro veces expresando la urgencia, la impaciencia, la intensidad con que el salmista desea mover a Dios. Dios esconde su rostro haciendo sentir su lejanía, difiriendo su auxilio, y ésta es una experiencia profunda en el corazón.
Salmo 13, 4-5
Nueva insistencia en una petición positiva y tres negativas. La pena, el fracaso, la lejanía de Dios, traen el recuerdo de la muerte.
Salmo 13, 6
Profesión de confianza, que se convertirá en alegría cordial por la salvación, y en alabanza a Dios por su beneficio.
(Tomado del website https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sl_16931. Accesado el 9 de mayo de 2022)