Día 22: José es nombrado Primer Ministro
INTRODUCCIÓN
"Hoy es el día 22 y estaremos leyendo los capítulos 41 y 42 del Génesis. También estaremos leyendo Job 33 y 34, y llegamos al cuarto capítulo de los Proverbios. Pero pongámonos un poquito en sintonía de lo que hemos leído hasta el día de hoy. Vamos con los patriarcas. Estamos con José, ya está en Egipto. No le ha ido nada bien en cuanto que han conspirado en su contra. Está en la cárcel. Ya empezó a interpretar sueños y alguien que salió beneficiado y que se suponía que iba a pedir misericordia para él, se olvidó de él.
También escuchamos a Job en su último discurso. Está un poco cansado. Nos ha mostrado que es un hombre recto, que es un hombre fiel y también le ha ido pésimo y a los dos hombres los acusan de haber cometido pecados, pero ellos saben que están limpios, tanto José como Job. Sin embargo, las cosas están en su contra. Pero parece que hoy va a cambiar un poco la situación, después de que vemos a José dos años en la prisión, llega el momento de que él sea elevado al poder y debe notarse que esto no fue provocado por los hombres o por lo que normalmente nosotros usamos para alcanzar la grandeza, es decir, porque usamos la política o porque usamos la fuerza militar o porque fue un accidente, sino que vamos a ver todo lo que es la intervención de Dios lo que es la intervención de lo que llamaríamos su providencia y lo seguiremos viendo de aquí en adelante en la Biblia con Daniel y con muchas otras personas más.
También nos daremos cuenta como José ha cambiado. Como sus hermanos pasan necesidad, su papá los invita a ir a descubrir nuevos lugares, porque si no, sus terrenos van a secarse, sus animales se van a desnutrir y el pueblo general se va a desnutrir al igual. Y van camino a Egipto y, al llegar allí, no van a reconocer a José pues éste está vestido con lino blanco. Y a ellos se les olvidó cómo se veía su hermano, pues lo vendieron cuando era muy joven. Han estado separados. Ahora él habla otro idioma, que es el egipcio. Su apariencia ha cambiado y es difícil reconocerlo. Grandes cosas que van a pasar el día de hoy." (Fray Sergio)
ORACIÓN INICIAL
"Padre de amor y misericordia, tú qué haces se elocuente la lengua a los niños, educa también la mía. Infunde en mis labios la gracia de tu bendición, Padre, Hijo y Espíritu Santo. A ti te invito para que pidas que el Espíritu Santo abra nuestra mente y nuestro corazón, para que podamos gozar de la Palabra de Dios hoy en nuestras vidas." (Fray Sergio)
PUNTOS CLAVES
Continuamos con estas historias impresionantes. Hoy hice una introducción bastante larga porque me parecía bastante importante entrar en sintonía de lo que estás lecturas nos van a traer. Estamos leyendo cómo los sueños de José pasan a ser realidad, cómo José ha interpretado y no porque él tenga la capacidad, porque ha sido muy claro: esto no se trata de inteligencia o algo más. Se trata de que él ha alcanzado la sabiduría de Dios. Dios está con él. El faraón ha tenido dos sueños, pero ojo, se le dice no son dos sueños, es uno solo. Vas a tener siete años de mucha abundancia y siete años en que todo se seca, y hay muchos dichos de nuestras culturas de que hay que aprovechar cuando vienen las vacas gordas, porque después previenen las vacas flacas. ¿Qué estamos guardando? ¿Cómo estamos nosotros haciendo las cosas? ¿Qué estás haciendo tú con estos momentos de abundancia que hay o que estás haciendo con lo que se ha recolectado, con lo que se ha guardado? Porque lo interesante es que José guardó, pero no guardó para hacerse más rico, sino guardó para que los que necesitaran, pudieran recolectar. Y es así como todo el pueblo de Egipto siente necesidad. Van al faraón y el faraón dice, “no, no vengan a mí, vayan a José”. Y José, él mismo, va y entrega. Entrega de lo que se ha recogido. Él mismo va recolecta, él mismo va y entrega.
Llega a Jacob, a Israel, la noticia de que hay abundancia en Egipto y les dice a sus hijos, “bueno, vayan”. Y estos hombres arrancan con la confianza que pueden encontrar. Llevan dinero. Están preparados para pagar y se encuentran con José. ¡Qué sorpresa! Ellos no se imaginan en frente a quién están. Pero él sí los reconoce. Han venido a Egipto a conseguir provisiones y alimentos para vivir y, cuando llegan, pues qué sorpresa la de José, quien con palabras fuertes los trata como espías y ahí ellos le cuentan la historia. Dicen, “Somos 12 y hay uno que no está con nosotros. Se ha quedado con el papá y hay otro que no está”. Y José toma esta decisión: dejar a uno de ellos preso; pero, antes de eso, lloró.
El encontrarnos a veces con nuestras propias realidades, que nos han despreciado, que nos han maltratado, que nos han mancillado, nos duele. Aunque nos esté yendo bien, ha quedado esa herida que hay que sanar. Qué lindo que pudiéramos sanar todas esas heridas y especialmente las que han dejado nuestra propia familia, tal vez nuestros padres, tal vez nuestras personas amadas o nuestros hermanos. Hoy José lloró amargamente y deja preso a Simeón. Y los demás regresan con provisiones donde su padre y le cuentan la historia de lo que está pasando. Israel se niega a mandar a su hijo Benjamín, pero Rubén hace un juramento y dice, “Mire, sobre mi cabeza. Lo juro por mis hijos, yo voy a proteger a Benjamín”. Así que ya mañana nos encontraremos con lo que continúa de la historia.
Por otro lado, tenemos a Job. Hoy vemos que tiene que cambiar su relación de cómo se habla con Dios, con sus amigos, con sus acusadores. Y parece que Dios no va a conducir por una actitud de humildad. Y así tenemos que actuar nosotros también para dejarnos utilizar por Dios, para saber por qué a veces hay cosas que nos disciplinan en nuestra vida, que parecen oscuras, que parecen negativas; pero, tanto a Job como a José, estos momentos de oscuridad sólo les ayudaron a descubrir aún más y aún más que hay un Dios que es grande, que hay un Dios que es fiel.
Estas palabras que hemos leído nos ayudan a entender que, aunque haya muchas dificultades en la vida, a veces nosotros tenemos que colocarnos en el lugar de los demás y entenderlos también, y pedir que el Señor tenga misericordia de cada uno de los que están sufriendo este momento. Tal vez tú ya pasaste por este sufrimiento, tal vez ahorita estás pasando, tal vez de gente que te juzga y que quiere incriminarte por cosas que no has hecho, que no tienen que ser. Pero lo vimos en José. Fue incriminado, fue vendido, fue maltratado, fue mancillado y hoy está resplandeciente. El Señor ha puesto sabiduría en él y él la ha sabido utilizar. Lo mismo estamos viendo con Job: todos le querían caer encima y este hombre que está a un lado, parece que interviene. No es de sus tres amigos, es alguien diferente y que ahora empieza a dar una visión distinta, lo cual le va a servir a Job para aprender a relacionarse de manera diferente con todas las personas que están a su alrededor. Así como le pasó a José. Tienen que relacionarse de manera diferente con sus hermanos. Ya José no es el mismo ni interna ni externamente, pero ha dejado que Dios toque su vida, que lo ayude en estos momentos difíciles. Así que pidamos al Señor hoy que nos acompañe, que nos ilumine, que no olvidemos ser misericordiosos, incluso con aquellos que nos han tratado mal, con aquellos que han atentado con nuestra propia vida y con nuestra propia integridad.
PARA MEDITAR
José le recomendó al Faraón recolectar comida durante los siete años de abundancia para prepararse para los siete años de escasez ¿Qué estás haciendo tú en estos momentos de abundancia? ¿Qué estás haciendo con lo que has recolectado, con lo que has guardado?
José sufrió rechazos y maltratos por parte de sus propios hermanos. Piensa en las heridas que han dejado en ti tu propia familia, tal vez tus padres, tal vez otras personas amadas. Pídele al Señor que sane todas esas heridas.
A veces otras personas nos hieren porque ellas mismas han sido heridas. Pidamos al Señor la gracia de colocarnos en el lugar de los demás y entenderlos también, y pedirle al Señor que tenga misericordia de cada uno de los que están sufriendo este momento.
Pidamos al Señor hoy que nos acompañe, que nos ilumine, que no olvidemos ser misericordiosos, incluso con aquellos que nos han tratado mal, con aquellos que han atentado con nuestra propia vida y con nuestra propia integridad.
ORACIÓN FINAL
"Por favor, oren por mí, para que sea fiel al ministerio que se me ha confiado, para poder vivir con fe lo que hemos leído y enseñado en este día, para que pueda creer en lo que enseño y para que, sobre todo, lo pueda vivir. Y que la bendición de Dios todopoderoso, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre. ¡Que Dios los bendiga!" (Fray Sergio)
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Gn 41, 42
1295 Por medio de esta unción, el confirmando recibe "la marca", el sello del Espíritu Santo. El sello es el símbolo de la persona (cf. Gn 38,18; Ct 8,9), signo de su autoridad (cf. Gn 41,42), de su propiedad sobre un objeto (cf. Dt 32,34) —por eso se marcaba a los soldados con el sello de su jefe y a los esclavos con el de su señor—; autentifica un acto jurídico (cf. 1 R 21,8) o un documento (cf. Jr 32,10) y lo hace, si es preciso, secreto (cf. Is 29,11).
Job 33, 23-24
336 Desde su comienzo (cf. Mt 18, 10) hasta la muerte (cf. Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia (cf. Sal 34, 8; 91, 10-13) y de su intercesión (cf. Jb 33, 23-24; Za 1,12; Tb 12, 12). "Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida" (San Basilio Magno, Adversus Eunomium, 3, 1: PG 29, 656B). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.
COMENTARIOS ADICIONALES
Gn 41, 1-32 - José interpreta los sueños de Faraón
"La capacidad de José para interpretar el sueño del Faraón con la ayuda de Dios está en fuerte contraste con el fracaso de los magos y sabios paganos de Egipto para hacerlo. Las maravillas que Dios puede obrar son infinitamente más grandes que lo que cualquier sabiduría o inteligencia humana pueda lograr. Más aún, la práctica de artes negras u ocultas es una grave violación de la ley moral." (Comentario de la Biblia Didajé)
Jb 33, 23 - Los ángeles
"Los ángeles son seres personales espirituales creados por Dios para servirle en variedad de maneras, una de las cuales es ser mensajeros para las personas." (Comentario de la Biblia Didajé)