Día 123: La muerte de Mefibóset
INTRODUCCIÓN
Se está terminando el reinado de Saúl y están tratando de colocar a un hijo de Saúl en el poder, las cosas parece que no funcionan. Hay un general muy interesante —que es Abner— que ha sido, pues el general de Saúl por mucho tiempo y que coloca a uno de los hijos de Saúl como el nuevo rey. Este ya es un hombre recorrido. Es un hombre mayor, un hombre de guerra que ha tenido un cargo alto y parece que, aunque pone un rey, él no está como muy dispuesto a oír el rey, quiere que le respeten su señorío, tal vez su antigüedad. Y hace algo indebido, algo que seguramente no debe hacer ¿no? Él toma a una mujer como su esposa que era una concubina de Saúl. Y el nuevo rey le dice a Abner que por qué hace eso y Abner se enoja demasiado con él. Y él mismo se hace una pregunta, bueno, se la hace al rey, le dice: “¿Acaso soy un perro al servicio de Juda?” y le dice al rey “No, yo siempre tengo misericordia con esta casa, con tu papá, con tus hermanos, con tus amigos. Es más, yo a ti te he protegido, ni siquiera te he entregado a manos de David y tú, ahora, me reclamas por esta mujer”.
Algo interesante, empieza una guerra interna entre hombres del mismo bando. Hay problemas por las concubinas del rey que ha muerto. Abner parece que está pisándole los talones al nuevo rey, el cual se enfada y hay problema entre ellos. Vamos a ver cómo Abner decide cambiar de bando y abandona a Saúl.
Ayer veíamos cómo murió en la entrada de Hebrón, el hijo de Saúl, pues no tiene ningún antecedente en el ejército o entrenamiento militar, no era tan guerrero como el mejor amigo de David, Jonatán. No sé si se acuerden de él, el hombre que murió en combate con su padre y que era gran amigo de David. Por eso cuando se da esta riña entre Abner y este joven rey, el joven rey parece que se atemoriza.
PUNTOS CLAVES
Vamos de muerte en muerte. David está ejecutando a todos los asesinos del rey y de los hijos del rey. Continúan los problemas, parece que esta nación no se recupera de las luchas internas, que la guerra civil cada día se pone peor, que siguen, no sólo las muertes de Saúl y Jonatán, no solamente sigue la angustia y el dolor para el pueblo de Dios, sino que hoy vemos otra muerte muy interesante, un nombre al cual se le corta la cabeza.
Ya, aunque muchos se han rebelado contra David, hay muchos también que lo apoyan. David es el rey de la tribu de Judá, se ha movido para Hebrón —es esta ciudad que está en el límite del sur—, y Abner había encabezado una cierta rebelión contra él colocando a alguien de rey, al hijo de Saúl, pero hay peleas internas y esto lleva a tantos problemas.
Este joven rey que toma posesión de las otras 11 tribus se siente ahora inseguro por la muerte de Abner y él mismo ahora va a ser decapitado y su cabeza es traída al rey David y el asesino, pensando que había hecho un bien, consigue su propia muerte.
Si hay algo que podemos descubrir en la vida de David es que respeta las decisiones de Yahvé, respeta a sus ungidos, a sus familias. Y ahora este hombre tiene que morir. Y encontraremos de aquí en adelante cómo la gente empieza a darse cuenta que David es el rey.
Así que, nos vamos a preparar porque mañana tendremos un capítulo muy interesante que va a cambiar toda la historia de Israel, que va a empezar a traer un poco de unidad. Pero hay que tener cierta precaución porque se ha derramado muchísima sangre, hay mucho estupor en David que no puede aprobar un acto de asesinato a uno de los ungidos o de los hijos de los ungidos de Yahvé.
Así que, nunca ni tú ni yo podemos estar en contra de la dignidad de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Debemos defender la vida a toda costa. Que no tengamos miedo de defenderlos, y si hemos cometido el error antes de quedarnos callados o no hacer nada, tal vez este es el momento de levantar la voz y de resarcir nuestros errores.
ORACIÓN FINAL
Antes de despedirme quiero que por favor no olviden de orar por mí, que yo oro por ustedes, la verdad que sí oro por todos los que oyen este podcast y pido para que ustedes y yo podamos ser fieles a esta palabra, para que la podamos vivir con fe, para que podamos enseñar esto que leemos, esto que compartimos y sobre todo para que ustedes y yo podemos cumplir lo que se nos regala en esta palabra. Y que la que la bendición de Dios Todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes. Que Dios los bendiga. ¡Qué Dios los bendiga!
COMENTARIOS ADICIONALES
2 Samuel 4
V. 4 (a) Noticia extraña en el contexto. Quizá se haya querido recordar aquí que fuera de Isbaal no quedaba más que este tullido para suceder a Saúl.
V. 4 (b) Como sucede con Isbaal, llamado a menudo Isbóset (2S 24,16 nota), al hijo de Jonatán se le llama aquí Mefibóset, nombre que suprime la referencia al Baal («señor») cananeo, aunque su verdadero nombre es Mefibaal, «de la boca de Baal». En 1Cro 8,34; 1Cro 9,40, el mismo personaje es llamado Meribaal.
V. 6 Texto incierto. Acaso duplicado corrompido de 2S 4,7.
V. 7 El valle del Jordán, ver 2S 2,29.
V. 11 La indignación de David no es fingida. Sin embargo, la muerte de Isbaal, tras la de Abner, le va a dejar libre el acceso al trono de Israel.
Salmo 26
El salmo encaja bastante bien en un juicio de apelación, sea real y objetivo, sea expresión estilizada de una experiencia espiritual. La primera palabra es "júzgame". Ante el juez comparece el orante y protesta de su inocencia (1.3.11.12). Su conducta incluye actos externos, observables, y una zona interna, "corazón y ríñones", patente a Dios. [L. Alonso Schökel]
V. 2. La petición debe ser tomada en serio, pues el orante pide un juicio que tendrá lugar en público mediante la prueba que él está dispuesto a sufrir.
VV. 3-8. Tras la afirmación positiva de virtud siguen las negaciones de los vv. 4-5, una especie de juramento purificatorio (cf. Job 31) cuyo ritual parece descrito en los vv. 6-7; la oración Lavabo del antiguo rito de la misa romana empleaba estos versículos. La «acción de gracias» (toda) es la proclamación de los juicios de Yahvé («tus maravillas »).
V. 9. Que no sea destruido como los pecadores.
V. 11. rescátame: Sálvame de la muerte, que es la suerte de los pecadores; quizá se refiere en el v. 10b a la venalidad de sus jueces.
V. 12. Seguro de la intervención de Yahvé, el salmista promete un sacrificio de acción de gracias en el templo, que él ama (8). [Com. Bib. San Jerónimo]
(Comentarios tomados del website https://www.eltestigofiel.org. Accesado el 15 de mayo de 2022)